domingo, 7 de julio de 2019

Nº 99 INFINITIVOS


Despertar con ganas de bajarse de la cama o de gozar un poco más del dulce o picante duermevela. Saber que el arraigo es una concatenación de momentos; instantes   que con el paso del tiempo se ubican en distinto orden, una vez, otra, otra y así hasta que el cuerpo aguante. Comprender que a veces se florece y otras  crece la raíz. Cincelar la sonrisa sabia y genuina, sin otra pretensión que la del agradecimiento por estar presente otro día más. Acariciar con placer la piel ajena. Temblar de gusto ante el roce del amor. Pavimentar cada día con el suelo de la serenidad y el entusiasmo en dosis variable según la ocasión por estrenar. Plantar la semilla que devendrá en lo que hoy es utopía. Descansar de la vigilia. Soñar lo vivido y lo porvenir. Decidir si se quiere encontrar los tres pies al gato o dejarlo marchar lisiado.  Vivir. La  concreción de las variaciones gramaticales de voz, modo, tiempo, aspecto, número y persona de estos infinitivos es la tarea individual y colectiva por excelencia. Buena semana.



No hay comentarios:

Publicar un comentario