lunes, 5 de agosto de 2019

Nº 103 GEMÜTLICHKEIT


Gunter trabaja en la recepción de un hotel alemán rural. Para ser feliz practica el Gemütlichkeit. Trabaja duro y una vez cumplidas las obligaciones laborales hace lo que considera necesario para sentirse cómodo. Su vida estructurada tiene una ventana desde la que “balancea los pies” y en estos momentos, cuando le atrapa los sueños, sigue la estela que deja la tinta indeleble con la que están escritos, solo visible para la inteligencia cardíaca. Esa es su medida de la felicidad. Dura unos instantes; tras los que vuelve, con tesón y sin nostalgia, al trabajo. La felicidad tiene, en su caso, mucho que ver con el orden que considera natural. Y en esa disciplina, el desorden encuentra su medida y su lugar. Buena semana.


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