domingo, 17 de junio de 2018

Nº 42.SON 629 PERSONAS.




Él limpió las 5 zanahorias con el cepillo y las cortó en trozos de 5 a 7 centímetros. Cortó la manzana en rodajas finas. Cortó el rizoma en finas rodajas y pasó todos los ingredientes por la licuadora .Minutos más tarde aquello se transformó en un revitalizante jugo de zanahoria, manzana y jengibre.
Él acababa de regresar de un viaje en barco por motivos de trabajo. Estaba resfriado. Además, unas náuseas le acompañaron como pegajosa baba de caracol, casi desde que partió del puerto vecino.
Él había tenido un viaje movidito. El mar, caprichoso, se alborotó sin motivo aparente y pronto se hizo una cola zigzagueante , a la puerta de los baños de rostros variopintos, que iban desde lo cetrino a lo amarillento, pasando por un blanco despojado de sangre. Aunque la travesía duró poco, se le hizo eterna.
Él sorbió el zumo de colores alegres y sabor ligeramente picante. Sabía que en breve su cuerpo estaría repuesto, especialmente después de dormir varias horas en su dormitorio fresco, tranquilo, con las sábanas limpias y una nota de bienvenida de su cómplice vital.
Él se dio una ducha caliente y frotó su piel, anticipando el placer que otorga el sueño reparador. Seco y sin pijama, desconectó el móvil y se introdujo en la cama. Pronto estuvo dormido en paz. Varias horas después se reunió con su familia para acabar el día acompañándose, queriéndose, escuchándose disfrutándose, compartiendo los buenos y no tan buenos recovevos de la cotidianidad. La familia estaría, obviamente, arraigada en su lugar de residencia.
Él y su entorno familiar estarían fuera de la lista de los 629 nómadas, marinos involuntarios que, huyendo de la guerra y del hambre, no tendrían zumo que calmara las náuseas producidas por la mala mar, física y humana. Por fortuna, gracias al buen hacer, que haberlos, hailos , 629 errantes,pasajeros accidentales , tendrían un Acuarius, de paradójica y casual homonimia con la afamada marca de refrescos y que trocaría en el mejor antídoto posible contra la estupidez, el miedo y el egoísmo miope que sumergen a la humanidad en un vértigo de difícil sanación.
Él descansó y, sin pesadillas, disfrutó de su sueño. Al despertar ya no estaba mareado. Puso los pies en el suelo.Pisaba tierra firme. Buena semana.


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